sábado, 4 de enero de 2025

LA ERA DE LAS CONSECUENCIAS (7)

 El año 2024 se despidió como el más cálido de la Historia desde que hay registros y, probablemente, desde hace más de 100.000. Los estudios científicos más optimistas cifran el calentamiento global en 1,31°C y los más realistas en 1,73°C. Está ya en plena aceleración impulsado por múltiples factores que se realimentan entre sí fluidamente. Cada 3 meses y 10 días hay que agregar una centésima de grado Celsius. La Tierra devuelve al espacio cada vez menos radiación solar y va acumulando el resto en sus entrañas por un  efecto albedo en recesión: cada vez menos hielo marino y continental, menos nubes reflectantes, menos aerosoles pantalla. Las principales corrientes oceánicas siguen debilitándose. El permafrost ártico expulsa metano y Co2 a la atmósfera a un ritmo creciente, igual que sus vecinos fondos marinos (en forma de hidratos de metano). La temperatura del océano mundial ya es excesiva para muchos corales y otras especies submarinas animales y vegetales y francamente peligrosa para el resto. La pesca y la fertilidad de las tierras agrícolas disminuyen. ¿Sequías extremas, inundaciones devastadoras, incendios incontenibles de bosques y selvas, gigantescos corrimientos de tierras, olas de calor y de frío mortales ya para las personas de salud precaria?. Cada vez más de todo, con mayor frecuencia y en más lugares. La famosa dana de Valencia, tan sentida por nosotros, ocupa tan sólo el noveno lugar por su gravedad en la lista de desastres naturales del año; por detrás de ella, centenares. Y conviene volver a recordar que la Península Ibérica, junto con toda la Cuenca del Mediterráneo, continuará siendo especialmente sensible a los próximos y ya inevitables eventos climáticos y ambientales.


(continuará).

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