La Tierra se ha calentado ya 1,25°C en su conjunto y el Atlántico Norte más de 1,50°C, con lo que éste ya ha creado su segunda tormenta de gran relieve, la "Danielle"; aún le falta energía para hacerlas llegar a Europa como verdaderos huracanes, pero sólo es cuestión de tiempo: en cuanto se caldee algo más. Para acelerar la llamada transición verde medio mundo recurre de nuevo masivamente al carbón, el combustible fósil más contaminante y, con diferencia, el de mayor efecto invernadero. Una lógica muy consistente, al decir de los principales responsables políticos. Claro que, desde que el gas y la nuclear ya son energías verdes, es posible oír cualquier disparate suplementario. Ahora lo importante es concentrar toda nuestra atención en las exequias de Isabel II de Inglaterra, tan prolongadas como la cadena de incendios peninsulares y tan lacrimosas como los restos lluviosos de "Danielle" sobre nuestras cabezas. Pese a ello, un tercio de España pronto será un desierto y otro tercio necesitará cierta prórroga para conseguirlo. En China, Pakistán y el Cuerno de África, la reducción de las cosechas promete ser histórica y aquí tampoco vamos a andar muy lejos. El ahorro de muchas familias por los confinamientos de la Covid 19 se han evaporado en un veraneo de absoluto descoque y ahora vienen los recibos de la luz, del gas, de la comunidad de vecinos multiplicada pronto por dos, de una tarjeta de crédito superinflada, de la hipoteca, de los préstamos a intereses en rápida subida... Estamos perdiendo el poco juicio que nos quedaba, mientras la Biosfera, indiferente, sigue procediendo contra nosotros a un ritmo cada vez mayor y de acuerdo con las inexorables leyes naturales. Sin que haya apelación posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario