lunes, 11 de enero de 2016

PIONERO DE LA ESPAÑA MODERNA

Hace 150 años España era un vasto erial geográfico, y también educativo y cultural. Con más de la mitad de su población analfabeta, estructuras arcaicas, miseria generalizada, atroz caciquismo rural, feudalismo todavía rampante y la superstición haciendo estragos a lo largo y ancho de su piel de toro, el país había perdido, sencillamente, el tren de la Historia. De Imperio hegemónico en el siglo XVI a nación atrasada y vetusta a mediados del XIX.
En este yermo desolado, unos pocos seres sensibilizados con la situación se hicieron eco de las ideas de Karl Krause, autor y filósofo alemán, relativas a la formación integral de niños y adolescentes como base fundamental de cualquier país moderno y desarrollado. Entre ellos destaca con luz propia don Francisco Giner de los Ríos, ferviente impulsor de métodos pedagógicos enteramente nuevos y de organismos como la Institución Libre de Enseñanza que pudiesen acercarlos a la abandonada población.
Siguiendo la estela de su antecesor, Fernando Castro, y apoyado por figuras como Nicolás Salmerón, Gumersindo Azcárate y Bartolomé Cossio, fomentó una educación centrada en el libre desarrollo de las facultades físicas, intelectuales, emocionales y afectivas del individuo, en un todo armonioso y equilibrado. Había que aprender todos los aspectos de la vida desde el nacimiento hasta la muerte, sin interrupción, en un proceso donde el pensamiento autónomo, el juicio crítico, el examen científico y la empatía hacia el otro resultan cruciales.
La Institución Libre de Enseñanza generó una red de estructuras como la Residencia de Estudiantes, la Junta de Ampliación de Estudios, las Misiones Pedagógicas y la Residencia de Señoritas en las que, durante décadas, participaron las más renombradas personalidades científicas, educativas, culturales y artísticas de la vida española, llevando el conocimiento a cientos de miles de ciudadanos.
La Guerra Civil y sus terribles consecuencias posteriores extirparon de raíz este movimiento que ha resurgido en España desde 1976 y va recobrando impulso poco a poco.
Por desgracia, el nivel cívico y educativo de esta nación continúa a años luz de lo que soñó en su día Giner de los Ríos. Pero ahí queda su legado, cuyas muestras podemos admirar en Madrid, en una exposición abierta en la sede de ILE, calle General Martínez Campos, 14, metro de Iglesia (línea 1), hasta el próximo 10 de abril.



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