sábado, 17 de octubre de 2015

EL FACTOR HUMANO


Graham Greene tituló así una de sus novelas para darle cierto énfasis en el acontecer de la especie. Otro escritor, Pierre Lemaitre, en su inquietante obra "Álex", también le da importancia y pone en boca de uno de sus personajes, Camille Verhoeven, una expresión malsonante para calificar a quien lo pasa por alto. Pero casi todo el mundo lo viene pasando por alto desde tiempos inmemoriales. Marx, Engels y Lenin, entre otros muchos presuntos revolucionarios, ignoraron olímpicamente el factor humano y por ello su proyecto de transformación de la sociedad fracasó estrepitosamente. Igual sucede con cuantos le antecedieron y todos los que se están fraguando ahora mismo con vistas al futuro. Sin contemplar debidamente el factor humano pienso que no hay nada que hacer, que no hay solución para el actual estado de cosas.



¿Y qué es el factor humano?. Pues sencillamente lo que somos. Lo que soy yo, lo que eres tú, lo que es él. Todo el bagaje psicológico de pensamientos, sentimientos, emociones, tendencias, inclinaciones, gustos, apegos, preferencias, talantes, maneras de ser y de reaccionar... Nuestra naturaleza, vaya, nuestra condición esencial. Y ésta, por desgracia, se acomoda muy poco y muy mal a elevados planes de carácter ético y moral, y bastante bien. en cambio, al capitalismo egocéntrico, brutal y depredador que nos está quitando la tierra de debajo de los pies; de ahí la notable capacidad de este último sistema de adaptarse y sobrevivir a circunstancias extremas.


Incluso las más modernas concepciones tendentes a conjurar el cambio climático y la escasez de energía y recursos, basadas en la austeridad y sencillez de medios, en la economía del bien común o del buen vivir, en el decrecimiento, en la sociedad materialmente sostenible, dan por supuesto que un correcto diagnóstico de los problemas globales y la implementación de buenas ideas, de principios válidos, van a poder traducirse automáticamente en la acción directa necesaria para superarlos en un plazo razonable, sin ver el formidable obstáculo que se alza entre medias.
El factor humano.
Así que, muy probablemente, van a estrellarse todas también.



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