jueves, 20 de agosto de 2015

MOVIENDO PEONES

Ante la previsible escasez en puertas, los más poderosos mueven sus peones para hacerse con todos los combustibles fósiles y materias primas que necesiten en el futuro estén donde estén, sean de quien sean, sin reparar en los medios. Pero mi espacio mental ya se convenció hace mucho de que la política institucional es un apestoso lodazal en el cual no puedes meterte sin salir maloliente y enfangado de pies a cabeza y, por eso, decide mover en seguida sus propios peones hacia otras instancias; por ejemplo, hacia el libro de Memorias de Juan Goytisolo, un soberbio ejercicio de exposición personal a la más cruda intemperie, una rara muestra de autenticidad y rigor ético.
Mis peones, siempre activos, ya guardan en la recámara otro libro de Gore Vidal, en su día tildado de escandaloso: "Myra Breckinridge "; se mueven hacia nuevas experiencias en la práctica del Yoga, y así consiguen mantenerme lejos, por ahora, del ominoso laberinto sanitario-farmacéutico en el que ya han caído demasiados allegados mìos de edad parecida o muy inferior: trampa de la que, a estas alturas, pocas veces se sale.
Y de vez en cuando muevo mis peones observadores hacia las caprichosas evoluciones de "El Niño", la Corriente en Chorro Polar y otras manifestaciones del actual clima en vías de cambio drástico, unos dicen que ya irreversible, otros que aún no... Bueno, sigo durmiendo tan normal por las noches. Y espero seguir igual "sine die". La vida es sólo un momento: éste precisamente.


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