LA LUZ DE MADRID

No recuerdo ninguna luz comparable a la de esta ciudad. Su limpidez da brillo a los rostros y cuerpos generosamente exhibidos en este casi verano; su tersura confiere suavidad a los perfiles y volúmenes urbanos; y su transparencia parece revestir de frescor las copas de los árboles y los pétalos de las flores. Y aún le queda esa indefinible cualidad que recarga los colores con su potencia delicada y salvaje a un tiempo. Luz de embrujo y hechizo que ningún poema podrá jamás siquiera rozar.
Y bajo esta luz milagrosa nos acercamos a la Casa de Vacas, en el Retiro, a ver la exposición de Isabel Guerra, monja cisterciense que maneja su propia luz primorosamente en óleos sobre lienzo y tabla, serigrafías, fotografías a ocho colores imprimadas sobre materiales muy diversos, trabajos a grafito y carboncillo, y otras formas igualmente convincentes de su hacer artístico que, a la salida, nos capacitan para admirar aún más la luz genuina de Madrid. Después, un lento y hermoso paseo alrededor del Estanque, gozando de tanta belleza.
Almorzamos un buen menú en un restaurante de la Gran Vía y acudimos más tarde al cercano cine Princesa a ver una película italiana que nos han recomendado los amigos.
Certera recomendación, por cierto. "Capital Humano", de Paolo Virzi, viene de lograr el máximo galardón del público en el Festival de Cine de Sevilla y siete merecidas medallas en los Premios David de Donatello. Despliega muy a las claras un retrato del maligno capitalismo neoliberal que campa a sus anchas en países tan atrasados como Italia, España, Portugal y Grecia, con sus innumerables tentáculos de cinismo, doble moral, hipocresía y corrupción emponzoñando sus sociedades de arriba abajo y de derecha a izquierda, por delante y por detrás. Virzi parece sostener que nadie es inocente en este puzzle perverso, tampoco el ciudadano de a pie, que, en opinión del cineasta transalpino, contribuye al desastre general con su fingida ignorancia de los hechos y su estudiada pasividad, cuando no afanando lo que puede y le dejan. Film duro y despiadado que nos obliga a mirarnos en el espejo de esos personajes torturados. Y que nos hace pensar... al que aún tiene tiempo y disposición para eso.