ENTRE BAILES, ARTE Y YOGA

Gloria y yo terminamos nuestro segundo curso de baile estilo Bollywood entre actuaciones cara al público en diversos lugares de Madrid. ¡Y nos sentimos tan verdes todavía!. Yo, en particular, me horrorizo al verme, en vídeo, evolucionar sobre el escenario rígido como una tabla, tieso y estático a más no poder. Nos damos cuenta de que hemos ensayado todas esas piezas de baile muy poco, mucho menos de lo necesario para llegar a interiorizarlas y ser capaces de ejecutarlas de manera inconsciente, sin tener que pensar nunca en el siguiente paso. Sólo cuando has invertido en la práctica las horas y la atención imprescindibles se instalan los automatismos, se puede dar por concluida la primera fase y tu mente queda liberada para otras cosas.
¿Y qué son esas otras cosas del baile?. Pues, sencillamente, el arte que quieres o puedes poner. Sentir la música, el ritmo y su traducción al movimiento en tu sangre. Permitir que latan en tus venas la emoción y el sentimiento encerrados en ellos y se expresen mediante el contoneo, la ondulación y el arabesco de cintura, caderas y brazos, el cimbreo de piernas y hombros, los giros de muñecas y tobillos, los dibujos en el aire de palmas y dedos. Soltar tu cuerpo, aligerarlo, abandonarlo a la tersura y frescor de la espontaneidad, al encanto de la naturalidad. Disponer, además, de tiempo físico y mental para sonreír y ver realmente al público, hacerle gestos, guiños y muecas cómplices, visajes pícaros y sabrosones. Tiempo, incluso, para recrearte en ti mismo a través de la danza, y en la danza a través de ti mismo. Ésta es, a mi entender, la magia del baile. Y de cualquier forma de arte, por supuesto: el teatro, el cine, la literatura, la interpretación musical... el tai-chi, con su enorme complejidad de detalle.
El Yoga ofrece grandes ventajas comparativas en este terreno. Es de una gran simplicidad y exige poco tiempo de práctica antes de empezar a darte sus suculentos frutos físicos y mentales. Pero es una excepción. En general, casi todo el arte suele ser muy arduo y requerir una gran dedicación.
Bueno, el año próximo por estas fechas supongo que habremos practicado más el baile Bollywood y que nos saldrá mejor ante los espectadores que, de todas maneras, siempre nos aplauden y felicitan más de lo que merecemos.