RECUPERACIÓN METEÓRICA.

El señor Rajoy está exultante, rebosa optimismo y se muestra convencido de repetir su mayoría absoluta en las próximas elecciones generales españolas, a las que, naturalmente, se presenta como candidato presidencial por el PP. Afirma que España es uno de los países del primer mundo que más crece y que la crisis ya es historia. Verdad es que aún quedan algunos problemas por resolver, ciertos ajustes que corregir. Pero, en lo esencial, dice, el naufragio provocado por el PSOE ya está superado. No ve motivos para reconocer que el auge de algunos parámetros macroeconómicos viene impulsado por el fuerte bajón de los precios internacionales de la energía y las materias primas; por el desplome de la cotización del euro frente al dólar; por la inundación de los mercados con dinero sin ningún valor real impreso alegremente por el Banco Central Europeo; y por la reducción de algunos tipos de interés casi a cero. Y Rajoy atribuye todo el mérito de tan meteórica recuperación al buen hacer de él y de su Gobierno.
Frente a semejante burbuja especulativa, algunos datos de la situación real de España, gracias a su brillante gestión:
-Cerca de un tercio de la población española es pobre.
-Cerca de dos millones de hogares no tienen ingreso alguno y bordean la miseria.
-No se ha creado empleo, sólo basura y miseria de explotación.
-La tasa de paro sigue siendo del 23,7%.
-La tasa de subempleo se acerca al 17%.
-La tasa de actividad sigue descendiendo.
-La economía sumergida supera el 25%.
-El poder adquisitivo y los salarios en general se han desplomado desde que el PP llegó al poder.
-El 1% de la población controla el 27% de toda la riqueza nacional.
-Y un 10% controla la mayoría, casi el 57%.
-Los paraísos fiscales internacionales revientan de dinero español que no ha pagado impuestos en su país de origen.
-La persecución del fraude fiscal de las grandes fortunas por parte del Gobierno es irrisorio, puramente cosmético.
-La corrupción en el aparato del poder nos obsequia con un nuevo caso prácticamente a diario.

¿Prosigo, señoras y señores del Gobierno?. Podría hacerlo casi interminablemente. Pero creo que no merece la pena. Y, desde luego, señor Rajoy, no tengo nada claro que España, en sus expertas manos, pertenezca al primer mundo, como da usted por sentado.
Eso sí, no tienen de qué preocuparse ni usted ni sus colegas de partido. Probablemente, volverán a ganar todas las elecciones por venir, con un 30% de los votos asegurados por sus fieles bases más otro posible 5 a 10% suplementario a negociar con electores menos impresionados por la realidad cruda y desnuda que por la propaganda y desinformación mediáticas.