lunes, 20 de abril de 2015

CINE, NOVELA, MEMORIAS Y OTRAS VARIEDADES

"Felices 140", de Gracia Querejeta, nos muestra el tremendo poder corruptor y seductor del dinero que hace tan improbable el cambio de modelo económico, social y político, indispensable para evitar nuestra extinción. Lo de salvar el planeta es una frase completamente egocéntrica. Él se salvará solito con toda facilidad. Somos nosotros los que tendríamos que salvarnos de nosotros mismos. Pero, ya digo, lo veo muy improbable. Apuremos al máximo el disfrute de vida que nos queda. PURA VIDA dirían mis amigos costarricenses, quizá también en este sentido.
Estando aún allí, en San José, apuré "La isla de los hombres solos", de José León Sánchez, una novela estremecedora que deja en mantillas los avatares de la célebre isla del diablo y en existencia casi regalada las torturas de Papillón. Habla de las increíbles cotas que pueden alcanzar la crueldad humana y la voluntad de supervivencia de un hombre condenado injustamente por el sistema judicial de ese país en el primer tercio del siglo XX. Tan injustamente condenado como centenares de antiguos y actuales ocupantes de los corredores de la muerte e incluso docenas de ejecutados por esa nación a la que llaman "modelo de civilización", los Estados Unidos de Norteamérica.
Por su parte, los "Cuadernos de Lanzarote", de José Saramago destilan la habitual ironía y penetración del autor portugués, que no comprende en ellos la escasa relevancia de Julio Anguita en la escena política española, dada su calidad de pensamiento y conducta. Pero en seguida gira en redondo y dice que ya lo entiende, habida cuenta de la exigencia ética y moral de esa persona, excesiva a todas luces para estos tiempos de hipocresía generalizada y aguda falta de valores. Estoy de acuerdo, maestro. La corrupción política importó poco o nada a millones de votantes españoles durante la época de presuntas vacas gordas. Sólo ahora que el bolsillo particular se resiente un poco más es cuando escuecen algo, tampoco demasiado,  los Rato, Blesa, Bárcenas, Pujol y larguísima compañía.
Brillante Saramago. Le seguiré leyendo, mientras firmo donde haga falta para que sean publicados los nombres y apellidos de esos 705 presuntos delincuentes fiscales amnistiados por el Gobierno de Rajoy (entre otros 30.000 ejemplares ciudadanos), que desempeñaron y quizá desempeñan todavía en muchos casos relevantes cargos públicos. Precisamente ahora que Hacienda me exige imperiosamente que termine de pagar, ni un día más tarde del señalado,  los impuestos por mis rentas del año 2014. ¡Hay que fastidiarse!.

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