ABSTENCIÓN Y DECEPCIÓN

                                                   
   La abstención ha sido  la fuerza mayoritaria en las elecciones autonómicas andaluzas de ayer con bastante más de dos millones y cuarto de votos ausentes, señal de la escasa credibilidad de esto que llaman democracia. Y gran parte de quienes se molestaron en votar han vuelto a apoyar al bipartidismo corrupto y falsario. Otros cuatro años de cheques en blanco a los de siempre. Una vez más: ¡qué decepción!. Me parece vergonzoso. Al lado de esto los demás datos del trágala son secundarios. Podemos como tercera fuerza política no está mal. Ciudadanos irrumpe con fuerza y le hace una faena al PP. Los antiguos socios de Susana Díaz en el gobierno ya pueden empezar a lamerse las heridas y acabar de llenar su viejo álbum de recuerdos amarillentos. En cuanto a Rosa Díez no sé qué debe de estar pensando. Pero, en el fondo, todo seguirá más o menos igual: las mismas quejas sobre los políticos en los centros de trabajo, los mismos insultos y descalificaciones en bares, restaurantes, taxis y porterías vecinales, los mismos chismorreos sobre sus manos largas y sus cortas vidas privadas, la misma boquilla inútil y gratuita... La vida sigue igual, canta gustoso Julio Iglesias siempre que puede. Y dentro de dos meses la misma panoplia en otras autonomías españolas y en los ayuntamientos. Lo dicho: ¡qué decepción!. ¡Y qué aburrimiento!.