LA ERA DE LAS CONSECUENCIAS (2)

 Rusia, una de las pocas naciones que se han atrevido a reconocer abiertamente la crisis de la energía y de los recursos materiales, invade Ucrania para posicionarse lo mejor posible ante la misma. Quiere adueñarse del granero de Europa y de todos sus valiosos recursos, pretende volver a controlar el Mar Negro y trabaja para forjar importantes alianzas económicas y políticas con China e India que le permitan dejar de lado a Occidente. Si logra multiplicar sus exportaciones de todas clases a ambos países Europa irá de cráneo y los petulantes Estados Unidos se quedarán sin su hierro, su níquel y su uranio enriquecido para centrales nucleares. Los humos de Mr. Biden tendrán que bajar un poco. Los tres aspirantes a socios euroasiáticos también han puesto en la diana al dólar como moneda de referencia mundial y como única divisa aceptable para comprar y vender en el mercado internacional. Si consiguen acertarlo de lleno, a los norteamericanos les pueden dar taquicardias y una úlcera de estómago. ¿Cuál va a ser la próxima guerra de categoría para apropiarse de los recursos ajenos?. ¿La de Argelia, por ejemplo, tan interesante para españoles, franceses y europeos en general en materia de gas natural, petróleo y minerales?. Veamos: a Pedro Sánchez se le ocurre buscarle las cosquillas a Argel por el tema del Sáhara Occidental, con la aprobación de Bruselas, precisamente en este momento de precios insostenibles y creciente escasez de suministros. ¿Para preservar la paz  en el norte de África? Esto no tiene ninguna lógica. ¿Para qué, entonces?. Pensad un poco e ir sacando conclusiones. Mientras tanto, la demanda mundial de petróleo supera en un 3% a la oferta desde finales del año pasado; para cuando acabe éste se prevé que haya subido al 10%. No habrá que esperar tanto para sufrir un progresivo racionamiento del diésel con precios ya imposibles para un cuarto de la población europea. Los medios aseguran que las movilizaciones de agricultores, ganaderos, transportistas, pescadores, etc, y los paros forzosos de muchas industrias y negocios por falta de energía, componentes y tarifas razonables, son coyunturales y perfectamente superables. Todo lo contrario: son estructurales y ya no pueden sino ir a más. La primavera comienza encapotada en sus cielos y en sus entretelas. Ajustémonos bien el cinturón de seguridad, por favor. Las luces de emergencia siguen ganando intensidad.