viernes, 8 de enero de 2021

2021, DEMASIADO TARDE

Mis previsiones del enero anterior en este blog se han cumplido más o menos  y, con el año recién terminado, se han ido nuestras últimas posibilidades de realizar una transición ordenada y racional hacia un mundo más sostenible, habida cuenta de nuestra casi absoluta inacción al respecto. Covid 19 no ha hecho más que acelerar dramáticamente este desenlace. De aquí en adelante ya sólo podemos esperar un colapso cada vez más grave y traumático de la moderna civilización industrial, con dolorosísimas consecuencias para el 95% de la población.

Anoche releí un artículo publicado por Craig Collins el pasado marzo en la revista digital "Rebelión" sobre esta cuestión y todo me quedó aún más claro (las segundas lecturas suelen ayudar). Él asegura que dicho colapso llevará unas pocas décadas desde 2008 y no los 250 años que, en promedio, han tardado las diversas civilizaciones históricas en extinguirse. Y da para ello cuatro razones bastante persuasivas a las que remito al lector. Agregaré a las mismas que:

-La atmósfera de la Tierra es ya 1,2º C más caliente que en 1750, cuando comenzó la Era Industrial (1,7º C en casi toda la cuenca mediterránea, incluida gran parte de España).

-Es ya inevitable alcanzar 2,5º C de más antes de fin de siglo, probable llegar a los 3,6º C y muy posible superar la barrera de los 6º C.

-Son ya netas las emisiones de CO2 y metano a la atmósfera del permafrost que abarca inmensas extensiones boreales del planeta. Y no harán sino crecer exponencialmente con el tiempo, aumentando por su cuenta el calentamiento global. De modo que, a partir de 2030, puede que incluso antes, dará igual que la especie humana deje de emitir gases de efecto invernadero. La suerte parece echada.

-El masivo deshielo de Groenlandia y la Antártida Occidental se volverá imparable en 2025, elevando el nivel del mar varios metros sin remisión posible.

-Ya hay serios indicios de haber traspasado siete de los diez principales puntos sin retorno de la Biosfera, que acabarán precipitándola hacia un nuevo estado de equilibrio incompatible con la vida humana.

-El tiempo corre inexorablemente en contra del suministro de alimentos, agua dulce, energía y toda clase de recursos materiales a la población. Caemos rápidamente hacia el centro del embudo.

-Las pandemias se hacen cada vez más frecuentes y temibles desde el año 2000, aproximadamente. Covid 19 es sólo una de ellas. Vendrán otras mucho más virulentas y letales en proporción al daño creciente que causamos a la Naturaleza.

Podría seguir con muchos más datos alarmantes pero creo que ya os hacéis una idea de la situación real en que estamos, queridos lectores, al margen completamente del lavado de cerebro mediático e institucional. Con todo, os deseo un feliz 2021, aunque ya sólo pueda ser a título meramente particular. Saludos.  

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