lunes, 14 de septiembre de 2015

DÍAS DE FIESTA

En la muy célebre y renombrada Villa de El Tiemblo (Ávila, España), se han celebrado las fiestas de otoño, recordatorio de sus antíguas ferias de ganado, cuyo plato fuerte fueron sus Terceras Jornadas Medievales. Acudieron gentes de muchos lugares de España, incluso Francia envió una representación amable y bien dispuesta al disfrute y la alegría. Hasta la Vuelta Ciclista a España quiso hacer acto de presencia. Pronto se creó un ambiente bullicioso, repleto de marcha.
El Mercado Medieval desplegó sus tenderetes y puestecillos colmados de productos exóticos por la Plaza del Ayuntamiento y calles adyacentes. En él los artesanos ejercían sus arcaicos oficios a la vista del público; ciertas aves rapaces (halcones y águilas) trazaban su vuelo controladas por el domador mientras otras (búhos y mochuelos) observaban a los curiosos con su fija e inquietante mirada. Una gruesa serpiente de dos metros y medio y precioso dibujo tomaba el sol en una acera y bebía de la mano de su dueño. Y un humilde carrusel de cuerdas y tablas hacía girar a los niños en lo alto vertiginosamente, impulsado por un lento pedaleo.
Al son de gaitas y timbales, chirimías y atabales, dulzainas y tambores, flautas, arpas y laúdes, diversos pasacalles animaban el cotarro y ponían música en el corazón. El Grupo Tembleño de Danzas Orientales "Hamman" ondulaba sus caderas casi tan bien como la Bailarina del Vientre, quien además embellecía el aire con sus ingrávidos aleteos de brazos y piernas, sus vibrantes posaderas y su travieso juego de sedas y tules. Por su parte, el Bailarín Sufí esparcía la magia de sus quiebros sutiles con guiños de máscara, cómplices miradas de soslayo y una pícara expresión de muñecas giratorias e incitantes contoneos.
Lenguas de fuego, surtidores pirotécnicos, llameantes acróbatas y zancudos llenaron el mercado de una agradable chamusquina, en tanto los cuentistas, juglares y trabalenguas hacían las delicias de los niños entre las páginas abiertas del Gran Libro Mágico, bien secundados por varias piezas de teatro infantil con dragones, princesas y caballeros de leyenda.
Finalmente, la escenificación de "El Retablo de las Maravillas", de Cervantes, puso broche de oro a estas Jornadas Medievales que, cada año, mejoran su contenido, ganan fuste y van cobrando mayor lucimiento y atractivo en el término municipal de El Tiemblo, donde esperan al visitante los Toros de Guisando, famosos verracos de piedra íberos, y donde Isabel I de Castilla hizo las paces con su hermano Enrique.

2 comentarios:

  1. Qué buen narradas las fiestas, padre. Te han faltado las fotos... Vir

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