miércoles, 25 de marzo de 2015

BRINDEMOS CON CHAMPÁN

Las leyes de la termodinámica son universales e inviolables. Se cumplen siempre, en todas partes y en todo momento y circunstancia. Sin excepciones. Sin apelación posible. Y dichas leyes lanzaron un ultimátum a nuestra civilización hace ya la friolera de 43 años, a través del informe del Club de Roma sobre "Los Límites del Crecimiento". No sólo lo hemos ignorado olímpicamente, sino que lo hemos ridiculizado; nos hemos reído de él groseramente. Como tenía un plazo más o menos fijo y ya lo hemos agotado (o casi) parece que no nos queda más que descorchar la última botella de champán, refugiarnos en el camarote más a proa del Titanic y brindar por lo bien que lo hemos pasado. Comparativamente hablando, claro.

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