Ya se nos ha pasado el benéfico efecto del ciripolen pero yo no pienso deprimirme y sigo con los prometedores datos sobre China.
Su gobierno dice que crecer por debajo del 7% anual puede acarrearle disturbios sociales incontrolables, conque vamos a suponer que se saldrá con la suya. Entonces nos encontraremos, en diez o doce años más, que el Imperio de En Medio consume ya entre el 50 y el 60% de todos los recursos materiales del mundo y contribuye al cambio climático en una proporción todavía mayor. Él solito anulará cualquier progreso sobre ambos temas que pudieran realizar, bien coordinados, los demás 207 países del globo (cosa muy improbable de por sí), y aún seguirá disparando al alza todos los índices fatídicos. ¿Entonces?. ¿Frenar en seco China su economía?. No. Aseguran que el Régimen se vendría abajo. Y que no les apetece. Y que el Partido Comunista Chino jamás suelta su presa, es decir, el poder. Y que una guerra civil en una nación de casi 1.400 millones de habitantes sería un remedio peor que la enfermedad.
De modo que China no aflojará el ritmo salvo que la economía mundial entre en barrena directamente y el cambio climático le diga que ya está bien, con lo cual ya todo daría un poco igual.
¿Otra copita de ciripolen?. No, gracias. Yo soy casi totalmente abstemio y, además, cuido mi salud con el Yoga.
¡Ay, China de mis entretelas!. ¡Mon amour!. ¡Notre amour!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario